Defínete. Enumérate.

Monday, March 27, 2006

Dos padres
Dos hermanos
Cuatro tías cerca
Una tía querida
Una tía en el monte
Un desconocido tío
Un amigo tío
Pocos primos. Suficientes.
Dos abuelos como dos padres.
Dos muertes como dos puñaladas.
Una religión: ninguna.
Una fe: el amor.
Cuatro rezos.
Un colegio público.
Un instituto público.
Dos universidades públicas.
Una ciudad en la cartera.
Una ciudad en el corazón.
Muchos lugares en la memoria.
Innumerables conocidos.
Incontables desconocidos.
Demasiadas penas.
Infinitas alegrías.
Muchos partidos de fútbol.
Tres muñecos del alma.
Cuatro guías que aprendí de memoria.
Varios juegos que aún me hacen vibrar.
Muchas barajas de cartas.
Una piscina, un club.
Dos toallas preferidas.
Doscientos millones de duchas.
Dos duchas para olvidar.
Mil conversaciones en el messenger.
Doce cortes en la muñeca.
Cinco cicatrices en la mano derecha.
Dos piercings.
Ningún tatuaje. Un proyecto.
1'78 de estatura y algún complejo.
Dos ojos negros y no demasiado grandes.
Dos ojos que mucha gente considera demasiado inquisidores.
Cuatro amigos de la adolescencia.
Cuatro amigos de juventud.
cuatro.
Dos facultades, dos mundos.
Un millón de pecas y de pelos rojos.
Al menos cinco decepciones.
Un amor frustrado.
Dos amores frustrados.
Tres.

Un padre ausente.
Siete años de madre eterna.
Tres meses sin madre en casa.
Tres meses sin lentejas.
Tres meses sin rumbo.
Dos carnets, dos entrañas, dos ilusiones, dos lados.
480 euros al mes.
2000 euros de préstamo.
Ilusiones infinitas por venir.
Infinitos miedos por marcharme.
Una agenda, casi sin usar.
Una foto en la mesita de noche.
Una bicicleta de mi padre.
Una hermana casi gemela.
Un hermano parecido y opuesto. Y pequeño.
Ninguna intuición para el amor.
Dos reclamos que tiran más que dos carretas.
Muchos ligues.
Ninguna liguA.
Muchas lágrimas; algunas a tiempo.
Dos millones de abrazos que no di.
Cuatro millones de achuchones al día, antes.
Dos besos en las mejillas y algún estrechamiento de hombros, ahora.
Ciento cincuenta y dos horas de conversación telefónica CON.
Veintiocho horas de conversación telefónica SIN... pero CON.
Mildoscientos veinticuatro mensajes.
Mildoscientos mensajes insulsos.
Veinticuatro mensajes de amor.
Cuatro capitales europeas.
Ninguna ciudad norteamericana.
Dos amigas cruzando el charco.
Un im-posible amor por donde las tierras bajas.
Una amiga perdida allí mismo.
Mil obsesiones al día.
Una pasión: la literatura.
Una obcecación: el inglés.
Un deseo: ser trilingüe.
Una esperanza antigua: enamorarme.
Una esperanza nueva: enamorarme y que se enamoren de mí.
Una perdición: las morenas.
Dos momentos de dolor: 29 de marzo 2003, 28 de abril de 2004.
Una relación en la distancia.
Veintisiete cartas que la sostienen.
Muchas llamadas, tantas que mi memoria no quiere recordarlas.
Cuatro lágrimas el día de tu marcha.
Cuatro mil lágrimas el día que me anunciaron tu marcha.
Una... tú, ahora ya aquí, siempre aquí.
Una beca inolvidable.
Nueve meses pagada, nueve meses pagando.
Cinco trabajos absurdos.
Cuatro representaciones teatrales. O más.
Al menos diez amigos.
No sé cuántos Amigos.
Una cita: 4-8-12, 20:32.
Mil planes para el 11 de abril.
Una madre igual que su hija, una hija igual que su madre.
Una confesión telefónica.
Al menos seis abrazos cybernéticos memorables.
Tres borracheras antológicas: martini, feria 2005, valencia 2006.
Un colocón con marihuana.
Muchos besos insignificantes.
Unos doce besos con piercing.
Tres besos inolvidables.
Una noche en la cama, contigo.
Muchas noches en mi cama, sola, recordándote.
Seis minutos al día riéndome de aquello.
Un amigo gay, tú, al que adoro. Con su novio.
Siete gemidos en el silencio, seguidos de siete risas.
Una sonrisa, ahora, al recordarlo.
Tres cuentos de terror en una noche de chicas.
Al menos diez o quince noches de chicas.
Muchas, muchas chicas.
Dos discusiones para definir la validez de esa palabra (chica).
Dos noches de seducción.
Una encerrona en un aparcamiento.
Cinco segundos de pánico.
Un petardo en el techo del metro.
Otros diez segundos de pánico.
Cinco o seis manifestaciones contra la guerra.
Cinco o seis manifestaciones contra la LOU.
Innumerables botellones.
Una fiesta de la primavera, y ninguna más.
Muchas comidas en la creperie.
Tres chupitos de absenta, el último a punto de causarme la muerte (literal y figurada).
Una amiga en Murcia.
Una amiga de Murcia.
Un amigo de Albacete.
Algunos amigos de Valencia.
Dos estrellas en el cielo.
Un planeta por visitar.
Una canción ansiada, por fin conseguida.
Una canción más que ansiada, que tuvimos que inventar, y nunca conseguiremos.
Una cuenta en Gmail.
Seis cuentas en Latinmail.
Al menos doce mails anónimos, aún anónimos, después de seis años.
siete años, siete tercios de mi vida.
Treinta y cinco folios escritos en un verano, plano incluido.
Sólo un diario de verdad, y otro de viaje.
Una sola cosa inconfesable, al fin confesada.
Más de un amigo por internet, que al fin tuvo cara.
Un amor ilusionadamente esperado, y finalmente baldío.
Dos corazones rotos.
Dos veces me rompieron el corazón.
Mil veces más quiero que me lo rompan, en pedazos.
Seis discos para el recuerdo.
Un delirio musical: la canción de autor.
Tres conciertos de Ismael.
Un concierto de Serrat.
Un concierto de Tontxu.
Un concierto de Aute.
Una caída en picado de alguien que espero que vuelva a subir: Ismael.
Un segundo padre, un sempiterno asidero que me haga sonreír: Joan Manuel.
Tres millones de fotos.
Una cámara digital, por fin.
Dos anillos, ambos regalados, uno maldito.
Dos pulseras.
Cuatro pares de pendientes.
Cuatro colgantes: estrella, corazón, delfín, cascabel.
Dos hamsters cuando era niña. Y una tortuga.
Una manía, contra la fruta demasiado madura.
Otra manía: contra la comida salada (o a favor de la sosa).
Una debilidad recién descubierta: el sashimi de salmón empapadito en soja... mmm...
Veinte visitas al japonés en seis meses.
Un amigo danés que habla cuatro idiomas.
Ningún aparato dental
Una endodoncia que dolió.
Una operación de apendicitis.
Una operación pronto, quién sabe cuándo, que me acojona.
Una pesadilla recurrente.
Un sueño: seguir soñando.
Un plan: hacer el doctorado en US.
Dos ideas: aprender alemán y sacarme algún certificado de Cambridge.
Dos páginas que visito mucho últimamente: YouTube y el foro de Spencer y Ashley, jaja.
Un reloj swatch.
Un móvil con pantalla rayada, Sony Ericsson.
Un cargador de pilas, grandes y pequeñas, que provee a mi..
MP3 con radio, compañero nocturo.
Dos meses (ya) de insomnio.
Una foto arrancada de la pared.
Un billete de avión...
Un billete.
Una visita esperada.
Doce mensajes al día.
Tres mensajes por el régimen.
Treinta y seis días - que parecen una eternidad - hablando.
Ochenta y cuatro créditos para el quinto curso.
Tres viajes pendientes.
Un festival de verano.